Rompiendo paradigmas en la educación
No tengo la menor duda de que ha sido un proceso también a nivel educativo implementar la tecnología ha sido un reto los últimos años. Temas como las redes sociales, la comunicación y el bombardeo de publicidad, aplicaciones, imágenes, contenidos, conocimiento, etc han hecho de las aulas algo mucho más dinámico que únicamente los libros de texto, haciendo del aprendizaje algo más relajado utilizando diferentes dispositivos para lograr la meta.
La docencia que consiste en transmitir el conocimiento a otros es una actividad noble con el firme propósito de dejar una huella en los niños, el amor por el estudio y darles una idea más clara de su pasado, su presente y ampliarles la visión al futuro, pero el internet se ha transformado en un nuevo diccionario que les da la oportunidad de aprender a buscar desde otra perspectiva y ha cambiado costumbres tanto en maestros como en alumnos.
Cuando hablamos de paradigmas se relaciona con la forma o esquema formal de una organización o bien como un conjunto de teorías que eran o son en determinado momento funcionales, asumiendo verdades y algunas siendo cuestionadas por los diferentes razonamientos de cada alumno y maestro.
Por lo mismo con éste cambio radical en la educación hay verdades que han sido modificadas o ciertas pero desde diferentes puntos de vista, asi mismo pueden llegar a aplicarse en los alumos según las necesidades de cada uno.
Los paradigmas llegan a romperse, no por una cuestión de rebeldia sino de evolución, pues hay que recordar que el aprendizaje esta condicionado a la sociedad, al entorno y ambiente en el que nos desarrollamos, los valores, costumbres y formas de educación no precisamente varía de un país a otro, puede ser de una colonia a otra, de una escuela con un sistema diferente a la de junto.
Cada grupo social interpreta, busca, aplica y transmite el conocimiento de una manera diferente pero con el mismo objetivo: hacer crecer al alumno, sin embargo algunos retos son que pueden presentarse situaciones incómodas por las diferencias tradicionales, culturales y morales de cada sector.
Los esfuerzos en las aulas, maestros y alumnos son grandes, y más cuando se ha cambiado de generación, hoy los niños tienen mayor libertad de expresión que en décadas anteriores, por lo que se les permite también transmitir a los maestros sus puntos de vista y hacer una educación más incluyente aprendiendo unos de otros, superándose y mejorando continuamente.
No propiamente se trata de que “los patos les tiren a las escopetas” sino de enriquecer el paso por las aulas y educando en pro de la vida futura y cotidiana.
Hoy los niños se arriesgan más, cuestionan más y ponen a prueba las herramientas con las que cuentan, incluso lo que dice un libro de texto, creando un concepto más personal del conocimiento.
Cuando uno es alumno se vuelve un aprendiz, pero hoy se niegan a ser “de la vieja escuela” en donde memorizaban todo sin cuestionar lo que su criterio e inteligencia les decían, ya no cuentan únicamente las calificaciones sino la aplicación de cada materia en su vida diaria. Eso es romper un paradigma.
Las casas de estudio han ido modificando poco a poco sus paradigmas y sistemas con el fin de adaptarse a las nuevas generaciones que han nacido con la tecnología, la apertura, la comunicación y la inclusión “bajo el brazo”. Entendiendo que la web es una nueva opción de aprendizaje, que puede ser gratuito y supervisado de igual manera por los maestros como cuando lees un libro, solo que ahora cambia el medio. Hay conocimientos que nunca van a cambiar, teorías que han marcado la historia a lo largo de los siglos, pero con el nuevo reto de la competencia cibernética, transformando la realidad de la docencia y la transmisión del conocimiento en un mundo completamente nuevo, muy distinto al de nuestros padres, abriendo la costumbre de las nuevas vías de investigación.
Por increíble que parezca, hay algunos profesores que aún se rehusan a utilizar tecnologías de información en el aula, y ésto se debe tal vez al miedo de afrontar las nuevas formas de aprendizaje y la evaluación con plataformas como Moodle por ejemplo, utilizando únicamente los materiales de apoyo pero no tomándolo en serio como una herramienta de envío y recepción de tareas así como algunas otras actividades que pueden formar parte del programa educativo bimestral, o anual según aplique.
Tal vez por que malamente o a principios de todo éste auge, la tecnolgía era relacionada más con diversión que con educación, pero para romper éste paradigma es necesario sacarle el mayor provecho a la situación creando contenidos que esten disponibles para los alumnos y que les sirvan para realizar sus tareas y análisis diarios, así como crear un foro de discusión sano, que lleve a debates interesantes sobre los temas vistos en clase y comentar incluso lo que se discutió en el foro, ésta idea suena muy divertida, a mi como alumna me lo parecería.
Con la tecnología no hay nada escrito, y me gusta la cita del poema de Antonio Machado, que creo aplica perfectamente con la situación “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
Referencia: carlosluisgomezvalderrama.wordpress.com