La resiliencia de los niños en tiempos de cuarentena
La pandemia del coronavirus viene con una carpeta de lecciones interesantes bajo el brazo. Nos brinda un tiempo de receso y una oportunidad única para reconectar con nosotros mismos, con nuestros anhelos y temores y, como consecuencia, con los de nuestros hijos.
“Ante una situación extrema, tenemos dos opciones: podemos venirnos abajo, desesperarnos y entrar en conflicto, o bien aprovecharlo para replantearnos aspectos de nuestras vidas, crecer emocionalmente y tejer vínculos más sanos entre nosotros y nuestra familia. Esto requiere tiempo, un tiempo que ahora sí tenemos”.
Lo que el virus nos enseña
Conviene mirar al coronavirus como un maestro y plantearnos qué podemos aprender de una situación tan cruel y adversa. Y nos trae varias lecciones de vida impagables.
-Primero: nos puede ayudar a cultivar nuestras fortalezas, aquello que nos mantiene estables en medio del temporal y nos ofrece tiempo interior, hacia adentro. -Segundo: hemos comprobado como mejora la salud del planeta al estar confinados. -Tercero: y muy importante: nos ayuda a practicar la empatía, a desdramatizar nuestra situación, mientras lo más grave sea tener que quedarnos en casa. Porque, aunque tenga momentos dramáticos, debemos tener en cuenta que hay personas en situaciones más desesperadas que la nuestra, y valorarlo en su justa medida es una exigencia moral para con los que están pasándolo realmente mal”.
Hablar con los hijos…
Todas estas y otras enseñanzas pueden ser compartidas en familia durante los días de confinamiento. De hecho, desde nuestros hogares, podemos observar cómo digieren nuestros hijos la situación e, incluso, aprender de ellos. Por eso, aunque los veamos como seres ingenuos y vulnerables, conviene explicarles qué está pasando de forma veraz para que puedan, por ellos mismos, desarrollar una virtud que les será muy útil en la vida adulta: la resiliencia. “Tenemos que decirles la verdad, que existen virus, que a veces mutan y pasan cosas como ésta. Pero subrayando que no es el fin, sino que debemos tomar precauciones y quedarnos en casa para poder salir todos juntos de esta situación”.
Sentido Común
Debemos ser conscientes de que en estos momentos de caos tener la capacidad de flexibilidad, pero con sentido común es una habilidad que tenemos oportunidad de desarrollar.
La convivencias 24/7 con nuestros hijos se ha vuelto un papel complicado ya que hoy jugamos mas de un rol en casa, somos padres, autoridad, profesores, amigos, entre mil cosas más, y eso puede llegar a crear confusión y casación no solo para los padres si no también para los hijos y es por eso que debemos buscar un balance y momentos de esparcimiento y tiempo libre para ambos estando juntos, un ejemplo de ello es permitir el uso de pantallas y redes pero de una manera consciente y moderada, establecer horarios y proponer también otro tipo de actividades donde podamos compartir momentos de esparcimiento divertidos, de aprendizaje, diferentes que nos den tiempo de calidad que nos ayudara a mejorar la comunicación emocional con la familia . Por ejemplo, hablar de nuestros sueños o proyectos. Eso nos proyecta hacia el futuro y es muy necesario en ocasiones así y, además, nos da la oportunidad de establecer los pasos para llegar a ellos. También podemos hablar sobre la amistad y pensar en un buen amigo o amiga que haya hecho algo bueno por nosotros, y nosotros por él o ella, y darle las gracias. Otra opción es conversar sobre lo que hace feliz a cada miembro de la familia, y pensar en qué podemos hacer hoy para hacernos felices mutuamente. O sea, experimentar la felicidad de hacer feliz al otro.
No esconder la vulnerabilidad
Éste no será un camino fácil, habrá momentos difíciles, de tristeza, confusión, llanto, rabia o agobio que también merecen espacio y respeto. Es normal tener miedo a la incertidumbre y por los seres humanos a quienes amamos, es inevitable y también es humano y, por lo tanto, bonito, ya que significa que amamos, lo más importante es aprender y enseñar a no esconder la vulnerabilidad, siempre eso nos convertirá en personas mas fuertes y a nuestros hijos les enseñará a apreciar más y valorar todo aquello que los rodea.
“Lo que tienen que ver nuestros niños es que el dolor es humano y normal, pero también que somos capaces de salir ahí porque tenemos en qué o en quién apoyarnos. Que se entra sin querer, pero se tiene que salir queriendo y dándole un sentido que nos haga más sabios y resistentes ante la vida.
Empatía y responsabilidad
Empatía, responsabilidad, solidaridad, paciencia, autodisciplina, generosidad, altruismo, libertad y confianza en que esto pasará, que vamos a salir de esta. Estas son las fichas de aprendizaje que trae el coronavirus en su lección pandémica, y depende de nosotros aprovecharlas, si no todas, alguna de ellas, ya que nos ayudarán a ver la vida con otros ojos.