Cultura del buen trato
El buen trato, aquella manera con la que te diriges a las personas, basada en la educación, la empatía y los buenos modales, hay un dicho que dice “trata a los demás como quieres ser tratado”, y vaya que es muy cierto.
No me cabe la menor duda que la cultura del buen trato a los niños y hacia los niños es una de las herramientas básicas para poder hacer lo que nos toca de manera correcta en la sociedad, ya que si los pequeños aprenden por imitación, y ve que tu como padre, maestro, mentor, eres empático, sin violencia, con respeto, sin duda copiaran tu comportamiento creciendo con éste arraigado y contribuirá a que al menos su entorno esté libre de violencia.
Violencia… una palabra que escuchamos todos los días en las noticias, violencia, es la conducta malamente habitual que vemos en los niños, jóvenes y adultos en cualquier lugar a donde vayamos, indistinto el lugar socieconómico que tengan, vivimos en una sociedad llena de intolerancia, en donde el buen trato y el respeto está quedando atrás pero al mismo tiempo uno se queja de lo mal que la estamos pasando, de los homicidios, del crimen sin mirar al espejo la intolerancia y frustración que sacamos todos los días.
Desde el momento en que vas en el automóvil con los niños detrás y tu vas gritando, criticando el como manejan las personas de al lado te estás olvidando del respeto y buen trato y el niño cree que lo normal es enfadarse.
Entonces, hablar del buen trato al niño es tener alegría, disponibilidad, empatía, tiempo y espacio para convivir de manera sana dándoles un trato digno y amoroso en donde puedan desarrollarse adecuadamente. Un niño o adolescente que es bien tratado es feliz, por que siente que se le escucha y reconoce, es aquel niño que puede expresar fácilmente sus emociones y es capaz de confiar en las personas que les rodean. Basados en el ejemplo anterior en donde hay intolerancia, no hay un buen trato porque el niño no sentirá la confianza de abrirse por miedo a ser juzgado.
Las buenas prácticas que empiecen en el ámbito familiar y continúan en la escuela son las bases fundamentales, aquellas que NO deberían pasar de moda por más “millenial” que sea la época en la que dicen que vivimos, los valores y la formación de un niño felíz lo ayudan a socializar y a formar su personalidad.
Dentro de la unión Europea se destacan los siguientes puntos de acciones parentales positivas:
- El niño tiene derecho a que se le brinde afecto y apoyo
- La interacción con los niños es vital para su desarrollo
- Se debe comprender las características evolutivas y los comportamientos propios de la edad combinándolos con la disciplina, la educación y el trato adecuados
- La comunicación abierta, escuchar, y sobre todo respetar sus puntos de vista además de promover su participación en la dinámica y decisiones familiares hablan de una actitud incluyente
- Los límites en el comportamiento y las normas de orientación para generar expectativas los llevan a la motivación para alcanzar una meta harán más fácil su cumplimiento
- Las reacciones hacia los comportamientos inadecuados deberá tener consecuencias coherentes explicándoles el por que de las mismas, siempre y cuando se eviten castigos violentos o fuera de proporción tanto a la falta como a la edad del niño, recuerda… tolerancia y respeto.
Si bien es cierto que el comportamiento de cada niño es diferente y que no siempre es fácil, debemos tomar en cuenta siempre su edad, su contexto, las personas con las que está continuamente relacionado además del vínculo afectivo que tenemos con ellos y el estado de ánimo que sea la constante, ya que todos éstos factores afectan al menor en su conducta y en su forma de ver la vida, los padres son o somos el primer acercamiento del niño con la sociedad.
Los especialistas consideran importante educar no solamente a los hijos sino a los padres en la tolerancia, el respeto, la empatía y la comunicación, es decir enseñarles a los padres los comportamientos verbales, paraverbales y de gestos y posturas corporales que ayudan o afectan al crecimiento del menor y cuales son las impresiones que sin querer les damos, porque muchas veces sucede que el niño recibe un doble mensaje que a la larga resulta confuso para ellos, tomando en cuanta que, los niños aprenden a través de la conducta de los padres.
Para lograrlo, la Asociación Española de Pediatría brinda algunos consejos que destaca entre otros:
- Realizar tareas domésticas junto con los hijos pues no solamente disfrutan la compañía de los padres sino aprenden el valor de la responsabilidad y el trabajo en equipo, además de hacerlos sentir útiles, aceptados y parte de la familia… una parte importante, los hace aportar en el hogar y crea individuos mucho más autónomos y competentes para la vida.
- Para lograr el respeto mutuo, responsabilidad y el hábito de cooperar con las tareas que sean proporcionales a su edad, los límites y el saber escuchar es la clave, la escucha tanto en niños como adultos es necesaria para el reconocimiento de los méritos y de las cosas que se han realizado correctamente.
Algunos estudios revelan que para los hijos de la edad que sean es importante percibir el tiempo, el afecto y reconocimiento de sus actos, los motiva, independientemente de las situaciones familiares que a veces suelen pasar, en éste caso el tiempo perdido si puede ser vital en el crecimiento y en el enfoque de metas para los hijos.
El buen trato además, para concluir es aquella asertividad hacia los hijos y hacia el mundo que nos rodea, no quiere decir que hagan lo que quieran o justificar sus malas conductas por que son niños, no, se trata de guiarles regidos por normas y límites que los ayuden a moderar sus comportamientos y a encaminarse, siendo respetuosos con los demás y con todo lo que hay a su alrededor, desde objetos, mascotas, plantas, lo ajeno, etc, empezando los padres con el ejemplo tratando a los otros como desean ser tratados.
Referencia: https://www.guiainfantil.com/blog/educacion/conducta/la-cultura-del-buen-trato-a-los-ninos/